Aun en el presente muchos psicoanalistas recién iniciados creen que deben conseguir que sus pacientes expresen fiel e incesantemente todas sus asociaciones, sin modificación ni inhibición (...). Mas esta situación ideal no aportaría progreso alguno y reconduciría a la situación hipnótica superada, en la que unilateralmente el médico reconcentraba su interés sobre el ello. Por fortuna, para el análisis, semejante obediencia del sujeto es prácticamente imposible. Esta regla analítica fundamental sólo se acata hasta cierto punto. El yo permanece silencioso un tiempo, y los derivados del ello aprovechan este reposo para irrumpir en la conciencia. El analista se apresura en tomar conocimiento de sus expresiones. Luego el yo se agita de nuevo, rebélase contra la impuesta actitud de tolerancia pasiva y se inmiscuye con cualquiera de sus habituales medidas de defensa, perturbando el curso de las asociaciones.. El [paciente] transgrede la regla analítica fundamental o, según acostumbramos decir, hace "resistencias". Esto significa: que al avance del ello hacia el yo ha seguido un contraataque del yo en dirección inversa. Por consiguiente, la atención del observador, enderezada a las asociaciones, desplázase hacia las resistencias: del contenido del ello a la actividad del yo. El analista tiene ahora oportunidad de ver actuar una de las difícilmente visibles medidas defensivas del yo contra el ello (...) y debe hacerla objeto de su exploración (...). El analista ha de reconocer, pues, ante todo, el mecanismo de defensa. Con ello habrá realizado una parte del análisis del yo. Su tarea próxima será la de frustrar lo actuado por la defensa: adivinar y restaurar lo omitido por la represión, rectificar lo desplazado, reunir lo fragmentado. Con el restablecimiento de las conexiones interrumpidas, su atención vuelve del análisis del yo al análisis del ello.
No es la sujeción a la norma analítica fundamental lo que entonces nos interesa, sino el conflicto para su aplicación. Es este ir y venir observacional, del ello al yo, esta doble dirección en el examen de ambos aspectos (...) lo que constituye -a diferencia de la unilateralidad de la técnica hipnótica- el denominado psicoanálisis.»
Freud, Anna (s.f.). El yo y los mecanismos de defensa. Buenos Aires, Argentina: Editorial Paidós. Páginas 22 -24.
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