«Según Freud, el sueño es una satisfacción de deseos inconscientes. Ni los sueños de angustia, ni los sueños masoquistas, ni tampoco los que representan un castigo del superyó, se oponen teóricamente a esta concepción psicoanalítica.
Sin embargo, hay un tipo de sueños que parece ser una excepción, (sic) Son los sueños de las neurosis traumáticas. Cuando una persona ha sufrido un shock psíquico intenso - caso relativamente frecuente en épocas de guerra - sus sueños son una reproducción monótona de las sensaciones desagradables experimentadas en el momento del trauma. En tal reproducción de la situación traumática en los sueños no existe deseo alguno que se satisfaga alucinatoriamente.
No es partidario Freud de la idea de que la excepción confirma la regla. Lo más que se puede admitir - dice - es que la excepción no invalida la regla. Teniendo en cuenta las excepciones anteriores, en las que falla la supuesta función del sueño, Freud ha introducido una pequeña modificación en la teoría psicoanalítica. En vez de decir que el sueño es una satisfacción de deseos, afirma que el sueño es una tentativa de satisfacción de deseos.»
Garma, Ángel (1963). Psicoanálisis de los sueños. Paidós, Buenos Aires. Página 112.
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