26 oct 2015
La identificación con el agresor
«El descubrimiento de un habitual mecanismo de defensa del yo es relativamente fácil cuando éste lo emplea aisladamente y sólo en un conflicto de algún peligro específico. Así, frente a una negación inferimos que se trata de un peligro externo, y cuando se observa una represión deduciremos que el yo combate contra estímulos instintivos. La alta similitud de aspecto entre la inhibición y la limitación o restricción del yo torna nítida la clasificación entre conflictos externos e internos. Pero el problema complícase aún más cuando se combinan los procesos defensivos o cuando se emplea un mismo mecanismo a la vez contra una fuerza interna y contra una externa. Ambas características se dan plenamente, verbigracia, en el proceso de identificación (...).
(...) El niño introyecta alguna característica de la persona u objeto que le produce angustia, elaborando de esta manera una experiencia angustiosa recientemente ocurrida. El mecanismo de identificación o introyección vincúlase además con un segundo e importante mecanismo. Al ejecutar el papel de agresor, asumiendo sus atributos o imitando sus agresiones, el niño simultáneamente se transforma de persona amenazada en la que amenaza (...).»
Freud, Anna (s.f.). El yo y los mecanismos de defensa. Buenos Aires, Argentina: Editorial Paidós. Páginas 122 - 125.
Etiquetas:
Anna Freud,
desarrollo infantil,
mecanismos de defensa,
psicoanálisis
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