Los mecanismos de defensa propios de la posición esquizoparanoide son indispensables para que el yo del bebé pueda soportar la ansiedad persecutoria. Estos mecanismos son muy intensos, extremos y de características omnipotentes, muy similares a los procesos psicóticos; de hecho, los procesos psicopatológicos de índole psicótica encontrarían aquí sus puntos de fijación.
Melanie Klein precisa que, si los temores persecutorios son demasiado intensos, fracasará la elaboración de la posición esquizoparanoide, lo que refuerza la ansiedad persecutoria y establece puntos de fijación para el desarrollo de futuras psicosis.
Referencia
Bleichmar, Norberto y Leiberman, Celia (1997). El psicoanálisis después de Freud. México D.F., México: Paidos. Páginas 114, 115.
Diego Fernández Castillo
Psicólogo – psicoterapeuta
Colegio de Psicólogos del Perú 19495
diego.fernandezc@pucp.edu.pe
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