«La proyección aparece primero ligada a la pulsión de muerte, cuya amenaza de destrucción interna se contrarresta al ser expulsada fuera del sujeto. Esta proyección de agresión y de libido permite que se constituyan los objetos parciales pecho bueno y pecho malo. El concepto de proyección se enriquece con la descripción de la identificación proyectiva como mecanismo básico.»
Bleichmar, Norberto y Leiberman, Celia (1997). El psicoanálisis después de Freud. México D.F., México: Paidos. Páginas 116, 117.
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