Teoría y Técnica

Teoría y Técnica

29 jun 2014

Psicoanálisis de los sueños 14: períodos de sueños

«Se repiten dichos momentos de soñar varias veces durante una misma noche, porque hay como ciclos en los que un dormir profundo sin sueños se alterna con  un dormir superficial con sueños. La duración media de cada ciclo suele ser de 90 minutos y la de los movimientos oculares rápidos de 20 minutos. Es decir que en una noche corriente suele haber 5 o 6 períodos de soñar, que ocupan alrededor de un 20% del tiempo de la totalidad del dormir. O sea que los individuos suelen soñar cinco a seis veces por noche, a pesar de que por la mañana al despertarse no recuerdan ningún sueño o solamente uno o dos. Durante la noche, si se despierta el individuo, ya a los pocos minutos de haber cesado sus movimientos oculares rápidos, lo más frecuente es que ya haya olvidado su sueño anterior.»

Garma, Ángel (1963). Psicoanálisis de los sueños. Paidós, Buenos Aires. Página 66.

6 jun 2014

Psicoanálisis de los sueños 13: sueños de comodidad

 
«Sin hacer una generalización demasiado extensa, se puede decir que todos los sueños son sueños de comodidad. Varias son las causas que pueden interrumpir el dormir del sujeto: las unas de origen psíquico, las otras físicas. Entre las primeras, por un lado, los deseos instintivos, que pretenden su satisfacción inmediata. Por otro lado se hallan las preocupaciones, los proyectos, los propósitos, los problemas no resueltos del día, que, cuando están cargados de afectos intensos, no permiten dormir. También pueden interrumpir el dormir, ya molestias orgánicas, como un dolor intestinal, o bien factores exteriores, como el sonido de un despertador.

El sueño pretende tranquilizar a todos estos enemigos del dormir. Las molestias orgánicas suelen ser incluidas en el sueño de moto tal, que el sujeto, mediante una interpretación errónea, pero cómoda, de las mismas, se engaña (...).

Aun en los sueños originados por molestias orgánicas o exteriores intervienen sobre todo las características psicológicas del sujeto, dado que el excitante es interpretado según estas características. El excitante sólo es capaz de crear un sueño en tanto se refleja en los pensamientos latentes y mediante la ayuda de un deseo inconsciente. Psicológicamente estos sueños no se diferencian de los demás, y su interpretación conduce a los mismos resultados.»

Garma, Ángel (1963). Psicoanálisis de los sueños. Paidós, Buenos Aires. Página 65.