Teoría y Técnica

Teoría y Técnica

28 jul 2014

Psicoanálisis de los sueños 18: los sueños pueden reavivar situaciones traumáticas pasadas


«El sueño tiene por base una o varias situaciones traumáticas. Una situación traumática, a su vez, puede reavivar otra situación traumática análoga, pero no actual, sino perteneciente a épocas pasadas del sujeto.»

Garma, Ángel (1963). Psicoanálisis de los sueños. Paidós, Buenos Aires. Página 123.

27 jul 2014

Psicoanálisis de los sueños 17: buscar la situación traumática a la hora de interpretar sueños

Esta pequeña cita va dirigida a la aplicación de la técnica en la psicoterapia y está basada en la teoría de la situación traumática del autor. Esta teoría la presentamos con detalle en la entrada anterior.

«En la interpretación de los sueños se debe intentar hallar la situación traumática fundamental (o las situaciones). Para ello hay que tener bien en cuenta la psicología del (...) [paciente] y saber, además, que en él puede obrar traumáticamente un deseo que en (...) [otra persona normal produciría] placer.»

Garma, Ángel (1963). Psicoanálisis de los sueños. Paidós, Buenos Aires. Página 122.

24 jul 2014

Psicoanálisis de los sueños 16: la situación traumática origina los sueños

Esta entrada va a ser un poco diferente. Vamos a sintetizar una teoría que da Ángel Garma en la obra que venimos citando. Esta teoría requiere algunas citas textuales y cierto ordenamiento. No basta una corta cita textual para que quede clara.

En esta teoría, Garma afirma que los sueños (todos ellos) son originados por una situación traumática. De esta forma complementa la teoría explicativa clásica del psicoanálisis que afirma que los sueños son formas alucinatorias de satisfacer deseos.

«En mi opinión, la situación traumática interviene no solamente en los sueños de las neurosis traumáticas y en los sueños que reproducen ciertas situaciones traumáticas infantiles, sino también en todos los sueños. Creo que la existencia de una situación traumática es un factor importantísimo en la génesis de los sueños, posiblemente el factor más importante de todos.»

Garma, Ángel (1963). Psicoanálisis de los sueños. Paidós, Buenos Aires. Página 112.

Para fundamentar esta teoría, Garma se vale de dos cuestiones (la numeración es nuestra):

1) «Estudiando los sueños de una persona, se observa la gran frecuencia como su contenido es desagradable. La observación fue hecha ya en el año 1891 por Debacker, en sueños de niños, y fue repetida en adultos por S. Weed y F. Haller en el año 1895; según estos últimos autores el 58% de los sueños de adultos son desagradables.

En sí, la observación anterior no es una objeción insalvable a la citada teoría psicoanalítica, ya que sueños desagradables, al ser interpretados, pueden señalar la satisfacción de deseos. La existencia dentro de la personalidad de instintos molestos al yo, la intervención del masoquismo y asimismo la existencia del superyó, pueden explicar la aparente objeción.

Pero la explicación citada deja algún descontento, sin que se sepa por qué. Parece como si, aun conociendo todos estos últimos motivos, no se explicase por completo la frecuencia del carácter desagradable del sueño. Estudiando sueños ajenos y propios e interpretándolos, se tiene la impresión de que el sueño se siente atraído hacia lo desagradable o hacia lo penoso.»

Ibid. Página 113.

2) «Hay otro fenómeno extraño en relación con la teoría de la satisfacción de deseos. Es la frecuencia con que la satisfacción instintiva del sueño es poco intensa. El sueño suele ser cobarde en la realización de la satisfacción.»

Ibid. Página 114.

Garma explica su propuesta de la siguiente forma:

«En el origen de los sueños suele hallarse una situación desagradable para el sujeto, que el sueño intenta corregir. A esta situación se la puede designar con el nombre de situación desagradable, situación angustiosa, situación de conflicto psíquico, situación traumática, o con algún término análogo. Teniendo en cuenta una definición de Freud, me parece que el término más adecuado es el de situación traumática. En efecto, Freud llama vivencia traumática a aquella que ocasiona, en poco tiempo, una intensidad tan grande de excitaciones psíquicas que el sujeto no puede librarse de ellas o elaborarlas de un modo normal corriente. Son éstas las características de la situación desagradable que constituye el origen de los sueños, es decir, la incapacidad del sujeto de librarse de excitaciones demasiado grandes o de elaborarlas de modo normal.»

Ibid. Página 117.

«(...) Por otra parte, el admitir la existencia de una fijación a una situación traumática en los sueños, no invalida la teoría de la satisfacción de deseos. Más bien completa esta teoría, señalando un punto que es necesario tener en cuenta para la interpretación. No solamente no invalida la teoría de la satisfacción de deseos, sino que le da mayor fuerza, por el siguiente motivo. Comparando el contenido latente con el contenido manifiesto del sueño y con la excepción de los sueños de la neurosis traumática, se observa que la situación traumática, que forma la base del contenido latente, es transformada, en el contenido manifiesto, en un (sic) situación agradable o, por lo menos, en una situación menos desagradable o indiferente. Es decir, que en la elaboración del sueño ha habido una clara evolución en el sentido de la satisfacción de un deseo.

La existencia de una situación traumática fundamental explica el porqué de la cobardía del sueño en sus tentativas de satisfacer deseos. El sueño es incapaz de atreverse mucho en el camino de la satisfacción, justamente porque el sujeto está psíquicamente fijado a la situación traumática. Sin esta fijación, la satisfacción de deseos en el sueño sería más intensa.»

Ibid. Páginas 120, 121.

16 jul 2014

Psicoanálisis de los sueños 15: sueños originados por situaciones traumáticas

 
«Según Freud, el sueño es una satisfacción de deseos inconscientes. Ni los sueños de angustia, ni los sueños masoquistas, ni tampoco los que representan un castigo del superyó, se oponen teóricamente a esta concepción psicoanalítica.

Sin embargo, hay un tipo de sueños que parece ser una excepción, (sic) Son los sueños de las neurosis traumáticas. Cuando una persona ha sufrido un shock psíquico intenso - caso relativamente frecuente en épocas de guerra - sus sueños son una reproducción monótona de las sensaciones desagradables experimentadas en el momento del trauma. En tal reproducción de la situación traumática en los sueños no existe deseo alguno que se satisfaga alucinatoriamente.


Hay también otras excepciones. Con gran frecuencia se observa en sueños la presencia de vivencias desagradables olvidadas, que ocurrieron en la infancia del sujeto y que tuvieron un influjo traumático en su evolución psíquica. Si con mucha frecuencia los sueños reproducen dichas vivencias traumáticas infantiles, ello contradice también la teoría de la satisfacción del deseo. Sin embargo, no es del todo así, ya que muchas veces, en tales sueños, la situación traumática infantil aparece modificada en el sentido de la satisfacción del deseo.

No es partidario Freud de la idea de que la excepción confirma la regla. Lo más que se puede admitir - dice - es que la excepción no invalida la regla. Teniendo en cuenta las excepciones anteriores, en las que falla la supuesta función del sueño, Freud ha introducido una pequeña modificación en la teoría psicoanalítica. En vez de decir que el sueño es una satisfacción de deseos, afirma que el sueño es una tentativa de satisfacción de deseos.»

Garma, Ángel (1963). Psicoanálisis de los sueños. Paidós, Buenos Aires. Página 112.