Teoría y Técnica

Teoría y Técnica

21 jul 2018

Todo lo corporal tiene un sentido psicológico

Todo lo corporal tiene un sentido psicológico. Esto no significa que un contenido psicológico se convierte en un contenido somático, pues en realidad la estructura somática y sus procesos, por un lado, y la fantasía inconsciente específica de dicha estructura, por el otro, son la misma cosa vista desde diferentes ángulos.

Referencia

Chiozza, Luis (1976). Las fantasías específicas en la investigación psicoanalítica de la relación psique-soma. Chiozza, Luis (2008). Obras completas. Tomo III. Buenos Aires, Argentina: Libros del Zorzal. Páginas 159, 160.

Diego Fernández Castillo
Psicólogo – psicoterapeuta
Colegio de Psicólogos del Perú 19495

21 jun 2018

Hiatos en las biografías como precuelas de las enfermedades

«Podemos comprobar entonces que en los puntos en los cuales aparece un hiato en el desarrollo temático de la biografía, surge la enfermedad o el trastorno corporal cuya interpretación restablece la continuidad de la historia.»

Referencia

Chiozza, Luis et al. (1979). El estudio patobiográfico como integración del conocimiento psicoanalítico con la práctica de la medicina general. Chiozza, Luis (2008). Obras completas. Tomo VIII. Buenos Aires, Argentina: Libros del Zorzal. Página 231.

19 jun 2018

La concepción puramente física de la enfermedad puede servir a la represión

«Así como existen pacientes que experimentan la necesidad de una medicina integral de un modo conciente, no es menos cierto que tanto en ellos como en muchos otros, existe una fuerte tentación de concebir su enfermedad como un proceso puramente físico que no comprometa una significación que, por displacentera, ha sido reprimida.»

Referencia

Chiozza, Luis et al. (1979). El estudio patobiográfico como integración del conocimiento psicoanalítico con la práctica de la medicina general. Chiozza, Luis (2008). Obras completas. Tomo VIII. Buenos Aires, Argentina: Libros del Zorzal. Página 228.

17 jun 2018

La enfermedad no es ni física ni psíquica

«Frente al hombre enfermo la medicina ofrece fundamentalmente dos modos de abordaje bien definidos: uno de ellos derivado en última instancia del ejercicio de la mano, constituye una técnica física (...). Sus nociones giran alrededor de aquella organización del conocimiento que configura las ciencias naturales. El otro, derivado en principio de la enunciación de la palabra, configura un procedimiento histórico en su trato con las ideas que integran el universo de significados que denominamos mundo psíquico. Sus nociones giran alrededor de aquella organización del conocimiento cuyo objeto es la cultura. Mientras que el primero culmina en la explicación de mecanismos constituídos por una relación de causa-efecto, el segundo culmina en la comprensión de una estructura constituída por una relación de significación (...).

Cuando uno de estos abordajes del hombre enfermo resulta exitoso ya sea en el hallazgo de una alteración o en el logro de su finalidad, es habitual y casi inevitable desembocar en la convicción de que se ha descubierto una enfermedad cuya esencia pertenece al mismo terreno en que dicho abordaje se ha realizado.

Sin embargo existe otro campo de la experiencia que pone en crisis esta convicción: la noticia cotidiana e inmediata de que una acción físicamente realizada se acompaña de un cambio cualitativo de importancia en el campo de la significación o, viceversa, que la aparición de un nuevo significado en el mundo de los símbolos cursa con una evidente alteración de la materia. Tanto una como otra conducen a la opuesta convicción de que la enfermedad no es, en sí misma, ni física ni psíquica, sino producto del método con el cual nos aproximamos al enfermo, que es un ente completo en su unidad.»

Referencia

Chiozza, Luis et al. (1979). El estudio patobiográfico como integración del conocimiento psicoanalítico con la práctica de la medicina general. Chiozza, Luis (2008). Obras completas. Tomo VIII. Buenos Aires, Argentina: Libros del Zorzal. Página 227.

15 jun 2018

Integración cuerpo alma

«(...) lejos de las intelectualizaciones (...) que privilegian (...) la "psicología" del cerebro, [la medicina psicosomática] descubre o revaloriza un mundo afectivo más complejo o más rico, enraizado, de manera natural, en el cuerpo.

(...) no se trata de un cuerpo animado, sino de un alma cuyo sentido es la meta del cuerpo. Se trata de un alma y un cuerpo dotados de un significado dentro del cual el cerebro es una parte entre tantas.»

Referencia

Luis Chiozza y colab. (1993). Los sentimientos ocultos en... hipertensión esencial, trastornos renales, litiasis urinaria, hipertrofia de próstata, várices hemorroidales, esclerosis, enfermedades por autoinmunidad. Buenos Aires, Argentina: Alianza Editorial. Página 245.

13 jun 2018

Claves de inervación típicas y deformadas

«Cuando un montante de afecto se descarga "desde" la investidura de una clave [de inervación] típica, es posible reconocerlo como una determinada emoción.


(...) Cuando el proceso de descarga afectiva se produce a partir de una clave de inervación deformada al servicio de mantener inconsciente el significado emotivo, la conciencia no registra un afecto, sino que percibe una afección que interpreta como somática.»


Referencia

Luis Chiozza y colab. (1993). Los sentimientos ocultos en... hipertensión esencial, trastornos renales, litiasis urinaria, hipertrofia de próstata, várices hemorroidales, esclerosis, enfermedades por autoinmunidad. Buenos Aires, Argentina: Alianza Editorial. Página 238.

11 jun 2018

Claves de inervación


«Cada emoción distinta es un movimiento vegetativo, que proviene de una excitación nerviosa que se realiza de una manera típica, determinada filogenéticamente por una huella mnémica inconciente, por un "registro" motor y sensorial heredado, que corresponde a lo que Freud denominó "clave de inervación".»

Referencia

Luis Chiozza y colab. (1993). Los sentimientos ocultos en... hipertensión esencial, trastornos renales, litiasis urinaria, hipertrofia de próstata, várices hemorroidales, esclerosis, enfermedades por autoinmunidad. Buenos Aires, Argentina: Alianza Editorial. Página 238.

9 jun 2018

Lo somático y psíquico de los afectos

«El afecto posee las características de los fenómenos somáticos y también las de lo psíquico. Por un lado es una descarga "real", somática, y por el otro es una reminiscencia, un "recuerdo" psíquico.»

Referencia

Luis Chiozza y colab. (1993). Los sentimientos ocultos en... hipertensión esencial, trastornos renales, litiasis urinaria, hipertrofia de próstata, várices hemorroidales, esclerosis, enfermedades por autoinmunidad. Buenos Aires, Argentina: Alianza Editorial. Página 238.

7 jun 2018

El corazón y los afectos


«(...) la fundamental participación de la actividad vasomotora en el acontecimiento que llamamos emoción, permite comprender que el corazón (...) se preste para simbolizar a los sentimientos en general y, en especial, al proceso mediante el cual se prefiguran o pre-sienten los afectos. (...) el ritmo cardíaco, el fenómeno que más típicamente caracteriza al corazón, se adjudica, como si se tratara de una especie de metrónomo o marcapaso, la representación del tono afectivo que cualifica al instante que se vive, de modo que el corazón es al tiempo lo que el ojo es al espacio.»

Referencia

Luis Chiozza y colab. (1993). Los sentimientos ocultos en... hipertensión esencial, trastornos renales, litiasis urinaria, hipertrofia de próstata, várices hemorroidales, esclerosis, enfermedades por autoinmunidad. Buenos Aires, Argentina: Alianza Editorial. Página 207.

5 jun 2018

Afectos que no tienen palabra que los nombre


El lenguaje humano dispone de miles de palabras para referirse a las cosas u objetos y muy pocas para referirse a los afectos. La gran variedad y riqueza de los estados afectivos pasa desapercibida debido a que no hay palabras para muchos de sus matices y variedades, a pesar de que sí podemos ser conscientes de ellos cuando los experimentamos. Esto explica muchas de las ocasiones en las que las personas no encontramos palabras para comunicar lo que sentimos.

Entre las emociones están entonces las que tienen una representación palabra clara, como por ejemplo la envidia, el orgullo, la vergüenza, la ternura, la compasión o el anhelo. Y, al mismo tiempo, están algunos que Luis Chiozza y sus colaboradores tuvieron que ponerles nombre debido a que no tenían representación palabra asignada. Por ejemplo, el "sentimiento de ignominia", el "sentimiento de propiedad", el "sentimiento de desmoronamiento" o el "sentimiento de infracción".

Referencia

Luis Chiozza y colab. (1993). Los sentimientos ocultos en... hipertensión esencial, trastornos renales, litiasis urinaria, hipertrofia de próstata, várices hemorroidales, esclerosis, enfermedades por autoinmunidad. Buenos Aires, Argentina: Alianza Editorial. Páginas 205, 206.


Diego Fernández Castillo
Psicólogo – psicoterapeuta
Colegio de Psicólogos del Perú 19495

3 jun 2018

Afectos primarios (pasiones) y afectos secundarios (sentimientos)

«Cuando la descarga se realiza en plena cantidad estamos ante la presencia de un "afecto primario", que equivale a lo que se denomina una pasión. La atemperación de las emociones a través del proceso de pensamiento, o de elaboración psíquica, configura un "afecto secundario", que corresponde a lo que suele llamarse sentimiento.»

Referencia

Luis Chiozza y colab. (1993). Los sentimientos ocultos en... hipertensión esencial, trastornos renales, litiasis urinaria, hipertrofia de próstata, várices hemorroidales, esclerosis, enfermedades por autoinmunidad. Buenos Aires, Argentina: Alianza Editorial. Página 205.

9 may 2018

El origen de los afectos

Cuando el organismo de una persona no consigue realizar una acción específica eficaz que lleve a la satisfacción de la necesidad, el afecto surge como una suerte de válvula reguladora. El organismo, al no poder actuar sobre su medio externo de forma efectiva, genera el afecto, que, en respuesta, actúa sobre el medio interno intentando mantener un equilibrio y descargar la excitación no satisfecha.

De esta manera, cuanto más efectiva sea la acción en la satisfacción de la necesidad, menor será el montante de afecto desplegado. Por el contrario, mientras menos eficaz sea la acción, será mayor el resto de excitación que el organismo descargue en forma de afecto.

En base a esto, Chiozza concluye que «la acción y el afecto constituyen una serie complementaria».

Referencia

Luis Chiozza y colab. (1993). Los sentimientos ocultos en... hipertensión esencial, trastornos renales, litiasis urinaria, hipertrofia de próstata, várices hemorroidales, esclerosis, enfermedades por autoinmunidad. Buenos Aires, Argentina: Alianza Editorial. Páginas 202, 203.


Diego Fernández Castillo
Psicólogo – psicoterapeuta
Colegio de Psicólogos del Perú 19495

diego.fernandezc@pucp.edu.pe

23 abr 2018

Los afectos entendidos como síntomas normalizados


Freud decía que los ataques histéricos serían algo similar a "afectos neoformados". El afecto normal, en cambio, sería una suerte de ataque histérico normal, hereditario, perteneciente directamente al ámbito de la filogenia.

Esto quiere decir que los afectos serían reminiscencias, un modo de recordar sucesos que se mantienen fuera de la consciencia y que, en su momento, estuvieron justificados por su adecuación a una finalidad.

En la práctica psicoanalítica de la época de Freud, para explicar un ataque histérico, era necesario buscar, en la historia de la persona, un momento en el que los movimientos, ahora histéricos, sí estaban justificados.

Del mismo modo, «cuando un sujeto se enoja, (...) se pone colorado, aumenta su presión sanguínea y circula más sangre por sus músculos, es porque lo que es hoy una discusión era, en el pasado remoto, una pelea física para la cual tenían sentido esos cambios corporales (...)» (Chiozza y colaboradores, 1993, página 202).

Esto permitiría entender a los afectos como síntomas normalizados. Mientras más ineficaces sean (a diferencia de la acción específica sobre el mundo exterior, que se dirige a satisfacer la necesidad) más podrían ser entendidos de esa manera.

Referencia

Luis Chiozza y colab. (1993). Los sentimientos ocultos en... hipertensión esencial, trastornos renales, litiasis urinaria, hipertrofia de próstata, várices hemorroidales, esclerosis, enfermedades por autoinmunidad. Buenos Aires, Argentina: Alianza Editorial. Páginas 202, 203.


Diego Fernández Castillo
Psicólogo – psicoterapeuta
Colegio de Psicólogos del Perú 19495

diego.fernandezc@pucp.edu.pe

21 abr 2018

Origen y significado de las claves de inervación

«(...) Freud afirma que la agencia representante de la pulsión consta de dos elementos: a) la representación o idea, y b) el factor cuantitativo o energía pulsional que inviste la representación, y que denomina "monto de afecto" o "suma de excitación"» (Chiozza y colaboradores, 1993, página 200).

Existen ideas o representaciones inconscientes, mas no se puede hablar de "afectos inconscientes", ya que el afecto es un proceso de descarga que se da en el presente y que su realización, en última instancia, es experimentada como sensación somática o sentimiento.

Si hablamos de un "afecto inconsciente", en realidad nos estaríamos refiriendo a una disposición potencial a la realización del afecto, que constituye las "formaciones de afecto", y que también podemos llamar "estructura afectiva disposicional inconsciente".

Ahora bien, el afecto, como actualidad, está conformado por:

1) Determinadas inervaciones o descargas motrices (inervación secretora y vasomotriz)

2) Sensaciones de dos tipos:
  • Percepción de los fenómenos ocurridos
  • Una gama de posibles sensaciones entre los extremos de placer y displacer: estas otorgan al afecto su tono dominante.

Los afectos son actos motores o secretores que se realizan en el cuerpo. Esto los diferencia de las acciones, que se realizan sobre los objetos del mundo exterior. Freud consideraba que los afectos poseen una clave de inervación ubicada en las ideas inconscientes. Cabe recalcar que, en medicina, la palabra "inervación" denota una distribución anatómica de los nervios, mientras que Freud la utiliza también para referirse a la transmisión de energía a un sistema de nervios eferentes que tiende a la descarga. La palabra "clave" hace referencia a que tal descarga se realiza de acuerdo a una configuración determinada.

Referencia

Luis Chiozza y colab. (1993). Los sentimientos ocultos en... hipertensión esencial, trastornos renales, litiasis urinaria, hipertrofia de próstata, várices hemorroidales, esclerosis, enfermedades por autoinmunidad. Buenos Aires, Argentina: Alianza Editorial. Páginas 200-203.


Diego Fernández Castillo
Psicólogo – psicoterapeuta
Colegio de Psicólogos del Perú 19495
diego.fernandezc@pucp.edu.pe


15 abr 2018

Afecto, emoción y sentimiento

«(...) Freud parece emplear indistintamente los términos afecto, emoción y sentimiento. Sin embargo, su distinta denominación parece aludir a matices que los diferencian» (Chiozza, 1993; página 200).

Afecto

«La etimología señala que el término "afecto" deriva del latín afficere, "influir, obrar sobre alguno", "afectar" (...). Un "afecto" es, entonces, en primera instancia, algo que "afecta" al yo. Cuando el afecto, por la deformación de la clave mediante la cual se descarga, no puede ser reconocido como tal, suele ser percibido por la conciencia como una "afección" somática, privada de su significado emotivo (...)» (Chiozza, 1993; páginas 200, 201).

Emoción

«La palabra emoción proviene del francés emouvoir, que significa "conmover", (...) que implica una acción sobre el mundo exterior, o puede referirse al movimiento afectivo que, como conmoción neurovegetativa, recae sobre el yo» (Chiozza, 1993; página 201).

Sentimiento

«El término "sentimiento" deriva del latín sentire, que condensa los significados de "sensación", "percibir a través de los sentidos" y "darse cuenta de algo", "pensar, opinar" (...). Pensamos que, en un sentido más restringido, la palabra "sentimiento" designa a los afectos que, atemperados por los procesos de pensamiento, llegan a la conciencia y allí reciben un nombre» (Chiozza, 1993; página 201).

Referencia

Luis Chiozza y colab. (1993). Los sentimientos ocultos en... hipertensión esencial, trastornos renales, litiasis urinaria, hipertrofia de próstata, várices hemorroidales, esclerosis, enfermedades por autoinmunidad. Buenos Aires, Argentina: Alianza Editorial. Páginas 200, 201.

12 mar 2018

Las emociones y el cuerpo


«La idea de que las emociones alteran el curso normal del funcionamiento del cuerpo se conoce desde la antigüedad. Aristóteles sostenía que la mera advertencia de un peligro no induce a la fuga "a menos que el corazón se conmueva". En la Edad Media, Santo Tomás de Aquino declara que "la pasión se encuentra donde hay una transmutación corporal" (...).»

Luis Chiozza y colab. (1993). Los sentimientos ocultos en... hipertensión esencial, trastornos renales, litiasis urinaria, hipertrofia de próstata, várices hemorroidales, esclerosis, enfermedades por autoinmunidad. Buenos Aires, Argentina: Alianza Editorial. Página 192.


«Una emoción es inconcebible sin su expresión corporal: sólo resultaría entonces una forma puramente cognoscitiva, un juicio abstracto.»

Ibídem, 193.

10 mar 2018

La clave de inervación y los fenómenos somáticos


Luis Chiozza (1975) nos dice, recordando a Freud, que los sentimientos inconscientes vendrían a ser en realidad disposiciones potenciales, de ahí justamente su carácter inconsciente. Por tanto, no son, en realidad, afectos o sentimientos per se, sino una disposición inconsciente a un determinado afecto.

Estas disposiciones solo se convierten en afectos, propiamente dichos, cuando se actualizan en un proceso de descarga.

Clave de inervación

La clave de inervación se define como aquello que determina la cualidad propia de cada afecto, la forma, la manera en que se da la descarga.

Chiozza pone el ejemplo de una mamá que juega con su hijo mayor. Esta mamá deja de jugar, toma al hijo menor en brazos y le da de lactar. Entonces el hijo mayor toma un vaso de la mesa y lo rompe.

En este ejemplo, la disposición potencial a los celos se actualiza en una descarga, como consecuencia de lo acaecido en el campo o contexto. Esta descarga, la acción motora de tomar el vaso y romperlo, es la clave de inervación de los celos inconscientes. Alrededor de este punto puede surgir o no un sentimiento o una idea consciente, el niño podría o no darse cuenta de que siente celos, dependiendo de la acción de otras variables (sistema defensivo, por ejemplo).

Lo somático

De acuerdo a lo anterior, se puede entender a las diferentes funciones, formas, desarrollos y trastornos somáticos como actualizaciones particulares de diferentes disposiciones inconscientes a diferentes afectos. Dicho de otro modo, se puede entender a los fenómenos somáticos como claves de inervación.

Lo peculiar de estos es que ocurren en el soma y "en lugar de" un afecto o de un posible sentimiento o idea consciente al respecto, los que habrían constituido, de hecho, otra clave de inervación.

Esta comprensión del concepto de "clave de inervación" y de cómo los fenómenos somáticos pueden ser entendidos como una forma particular del mismo, vendría a ser un punto fundamental introductorio para la comprensión y desarrollo de toda la medicina psicosomática.

Referencia

Chiozza, Luis (1975). Nota editorial. Eidon (Revista del Centro de Investigación en Medicina Psicosomática). Año 1, (3), páginas 7-13.


Diego Fernández Castillo
Psicólogo – psicoterapeuta
Colegio de Psicólogos del Perú 19495

diego.fernandezc@pucp.edu.pe

18 feb 2018

El papel de los conflictos actuales en el origen de la úlcera gastroduodenal

La úlcera gastroduodenal, como la neurosis, suele ser consecuencia de la combinación de conflictos infantiles con conflictos actuales. Estos últimos pueden ser de tres tipos:

1) Conflictos que refuerzan la situación de carencia de satisfacción instintiva


Ejemplos de este tipo de conflictos pueden ser la pérdida de una persona amada, una situación de insatisfacción con dicha persona, o una pérdida de posición económica o social. Estas situaciones remiten al hambre.

En un estudio de Daniel Davies y A.T. Macbeth Wilson se encontró que, en su muestra de 205 pacientes con úlcera gastroduodenal, el 84% reportó que sus síntomas se presentaron luego de que un acontecimiento afectara su situación económica o la salud de algún familiar.

Este tipo de conflicto también ayuda a entender cómo aumentó en un 25% el número de muertes por perforación de úlcera en EEUU luego de la Gran Depresión de 1929.

2) Conflictos que refuerzan la agresión del medio ambiente


Este tipo de conflictos requieren que el sujeto asimile la situación de agresión y la sume a la acción agresiva de su superyó (particularmente de la madre internalizada mala).

Por ejemplo, los casos de hematemesis por úlcera aumentaron en Londres luego del inicio de la Segunda Guerra Mundial y durante los bombardeos. Lo mismo ocurrió en el ejército alemán, cuando el curso de la guerra pasó de estar a su favor a estar en su contra. También hay una alta prevalencia de úlcera gastroduodenal en hombres casados con mujeres agresivas.

3) Conflictos que refuerzan los remordimientos por el comportamiento genital


Los remordimientos también refuerzan la acción de la madre internalizada mala. Los sentimientos de culpa pueden provenir de dificultades genitales, como la eyaculación precoz o las vivencias homosexuales.

Hay que tener en cuenta que la salud de la persona no es que se encuentre bien hasta acaecido el conflicto actual. Ya hay toda una base previa que se puede manifestar, por ejemplo, en una variedad de trastornos neuróticos.

También hay que tener en cuenta que el conflicto actual no suele ser el único ni de un solo tipo. Al haber una base previa en la personalidad del individuo, ya hay generadas situaciones de carencia de objetos libidinales y de elección de objetos agresivos que provocan remordimientos.

Referencia

Garma, Ángel (1974). Génesis psicosomática y tratamiento de las úlceras gástricas y duodenales. Barcelona, España: Paidos. Páginas 149-151.



Diego Fernández Castillo
Psicólogo – psicoterapeuta
Colegio de Psicólogos del Perú 19495

diego.fernandezc@pucp.edu.pe

4 ene 2018

La representación popular de las personas con úlceras gastroduodenales


El tema de las frustraciones y de las prohibiciones instintivas en las personas que padecen de úlceras gastroduodenales queda muy bien ilustrado en la siguiente nota de Ángel Garma:

«Son bien conocidas las tendencias agresivas de los ulcerosos, consecutivas al descontento por su prohibición interior de satisfacciones instintivas y por su sometimiento masoquista a las agresiones exteriores y a las del superyó. De ahí que al ulceroso se le suela considerar como un hombre frustrado y malhumorado. Lo señala por ejemplo la carta que H.S. Truman dirigió a un crítico musical norteamericano, que reseñó desfavorablemente un concierto de su hija ("Buenos Aires Herald", 10 de diciembre de 1950):

"He leído su crítica asquerosa... Vd. parece ser un hombre viejo, frustrado, que jamás triunfó. Un hombre que tiene ocho úlceras y que se desempeña en un puesto donde se necesitan cuatro úlceras y todas las cuatro sangrando (...)".

Un automovilista norteamericano ("Time", 22 de octubre de 1951) intentó evitar bocinazos molestos, poniendo en su auto un cartel (...). "Bocina todo lo que quieras, tú eres quien va a tener la úlcera".»

Referencia

Garma, Ángel (1974). Génesis psicosomática y tratamiento de las úlceras gástricas y duodenales. Barcelona, España: Paidos. Página 147.