Teoría y Técnica

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10 mar 2014

Psicoanálisis de los sueños 7: pensamientos latentes, censura y contenido manifiesto

«La mayoría de los sueños de adultos son incomprensibles para el sujeto. Aún más. Estudiando la interpretación que el sujeto otorga al sueño, que cree haber comprendido, se suele ver que esta interpretación es errónea. Pero la sensación de extrañeza que el sueño produce se debe sólo en parte a la falta de comprensión. También sólo en parte intervienen en este fenómeno la condensación, el desplazamiento y el simbolismo. La sensación de extrañeza proviene, sobre todo, de que los pensamientos latentes que originan el sueño son pensamientos que el sujeto no quiere confesarse. El sueño es generalmente un enmascaramiento de pensamientos latentes que el yo no quisiera ver.

Ciertos pensamientos latentes y capaces de originar un sueño pasan al contenido manifiesto y otros no. Podemos suponer que existe una fuerza psíquica, situada entre los pensamientos latentes y el contenido manifiesto, que tiene por objeto hacer una selección. Para designarla, el psicoanálisis emplea el nombre de censura, por su analogía con la censura que se realiza en la redacción de los periódicos en los tiempos difíciles de una nación. La censura del sueño solamente permite el paso a los pensamientos que llenen una serie de condiciones que hacen que el yo los acepte.

Los pensamientos rechazados intentan abrirse paso nuevamente enmascarándose, y lo consiguen. Para ello emplean los procesos descritos del desplazamiento y la simbolización. Este mismo enmascaramiento de pensamientos, que provienen de la vida instintiva, interviene también en el origen de las neurosis. De ahí que la génesis del sueño muestre grandes analogías con la génesis de los síntomas neuróticos (...).

La condición que los pensamientos latentes deben reunir para pasar al contenido manifiesto es no ser inmorales. No ser inmorales en relación con la moral propia del sujeto, con su superyó inconsciente. Hay pensamientos inmorales desde el punto de vista colectivo y que un sujeto se tolera con perfecta tranquilidad, y otros pensamientos que, desde el punto de vista social, son inocentes y que en el sujeto despiertan intensos remordimientos (...). Al interpretar los sueños se debe procurar descubrir cuál es la moral especial del soñante (...), procurar descubrir la forma propia del superyó del sujeto, viendo cuáles son los pensamientos rechazados por la censura del sueño. Dicha censura del sueño es una manifestación del superyó.

La transformación en imágenes, la condensación, el desplazamiento, el simbolismo y la elaboración secundaria son las transformaciones que sufren los pensamientos latentes al convertirse en el sueño propiamente dicho (...).»

Garma, Ángel (1963). Psicoanálisis de los sueños. Paidós, Buenos Aires. Páginas 61, 62.

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