Teoría y Técnica

Teoría y Técnica

11 ago 2015

La asociación libre

 
«En la asociación libre -que más tarde sustituyó a la hipnosis como recurso de exploración- el papel del yo es al principio igualmente negativo. Se renuncia, es cierto, al empleo de la fuerza para su eliminación: en su lugar exígese al yo del paciente que se elimine por sí mismo. El analizado debe anular toda crítica a las ideas que se le ocurran y descuidar la necesidad habitual de una conexión lógica entre las mismas. Por así expresarnos, se le pedirá al yo que calle, y bajo la promesa de que en su acceso a la conciencia sus derivados no encontrarán los obstáculos acostumbrados, se invitará a hablar al ello. Naturalmente, no se prometerá a estos derivados del ello que al aflorar al yo lograrán algún objetivo instintivo. La concesión sólo es válida para transformar los contenidos en representaciones verbales, mas no para actuar a través del aparato motor (...). De antemano, la motricidad estará excluída o paralizada por las severas reglas de la técnica analítica. De este juego a que se somete al impulso instintivo, por una parte, la invitación a que se exprese y, por otra, una constante y simultánea negativa a que se satisfaga, nace una de las numerosas dificultades en el manejo de la técnica analítica.

Aun en el presente muchos psicoanalistas recién iniciados creen que deben conseguir que sus pacientes expresen fiel e incesantemente todas sus asociaciones, sin modificación ni inhibición (...). Mas esta situación ideal no aportaría progreso alguno y reconduciría a la situación hipnótica superada, en la que unilateralmente el médico reconcentraba su interés sobre el ello. Por fortuna, para el análisis, semejante obediencia del sujeto es prácticamente imposible. Esta regla analítica fundamental sólo se acata hasta cierto punto. El yo permanece silencioso un tiempo, y los derivados del ello aprovechan este reposo para irrumpir en la conciencia. El analista se apresura en tomar conocimiento de sus expresiones. Luego el yo se agita de nuevo, rebélase contra la impuesta actitud de tolerancia pasiva y se inmiscuye con cualquiera de sus habituales medidas de defensa, perturbando el curso de las asociaciones.. El [paciente] transgrede la regla analítica fundamental o, según acostumbramos decir, hace "resistencias". Esto significa: que al avance del ello hacia el yo ha seguido un contraataque del yo en dirección inversa. Por consiguiente, la atención del observador, enderezada a las asociaciones, desplázase hacia las resistencias: del contenido del ello a la actividad del yo. El analista tiene ahora oportunidad de ver actuar una de las difícilmente visibles medidas defensivas del yo contra el ello (...) y debe hacerla objeto de su exploración (...). El analista ha de reconocer, pues, ante todo, el mecanismo de defensa. Con ello habrá realizado una parte del análisis del yo. Su tarea próxima será la de frustrar lo actuado por la defensa: adivinar y restaurar lo omitido por la represión, rectificar lo desplazado, reunir lo fragmentado. Con el restablecimiento de las conexiones interrumpidas, su atención vuelve del análisis del yo al análisis del ello.

No es la sujeción a la norma analítica fundamental lo que entonces nos interesa, sino el conflicto para su aplicación. Es este ir y venir observacional, del ello al yo, esta doble dirección en el examen de ambos aspectos (...) lo que constituye -a diferencia de la unilateralidad de la técnica hipnótica- el denominado psicoanálisis

Freud, Anna (s.f.). El yo y los mecanismos de defensa. Buenos Aires, Argentina: Editorial Paidós. Páginas 22 -24.

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