Teoría y Técnica

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15 sept 2015

¿De qué se defiende el yo?


El yo se defiende básicamente de los instintos y de los afectos asociados al proceso instintivo. Lo que causa la defensa del yo es:

1) Angustia ante el superyó: la satisfacción del instinto es considerada peligrosa porque se halla prohibida por el superyó. La satisfacción instintiva llevaría a un conflicto entre el yo y el superyó. El conflicto es entre la fuerza instintiva y el superyó.

2) Angustia objetiva: la satisfacción del instinto es considerada peligrosa porque está prohibida por las figuras de autoridad. El conflicto es entre la fuerza instintiva y la realidad externa.

3) Angustia ante la fuerza del instinto: frente a determinada intensidad instintiva, la hostilidad natural del yo frente al instinto aumenta hasta convertirse en angustia. Habría un temor en el yo al sojuzgamiento, a la destrucción o a la inundación del orden yoico por la fuerza del instinto. El conflicto se da entre la fuerza instintiva y el yo.

4) Amenaza para la síntesis del yo: el yo requiere de una armonía o de una regulación de los impulsos opuestos (por ejemplo, pasividad - actividad, homosexualidad - heterosexualidad). El rechazo y admisión de los impulsos dependería de cada caso particular y de la magnitud de las catexias en juego.

Nota sobre las defensas del yo frente a los afectos asociados a las necesidades instintivas

«Doquiera se defienda el yo contra los impulsos instintivos por uno de los motivos precitados, estará obligado a guardarse también de los afectos que acompañan al proceso instintivo. Poco importa la naturaleza de los afectos en cuestión; el afecto puede ser agradable, doloroso o amenazador con respecto al yo, esto es indiferente, pues el yo nunca lo experimentará tal como es. Cuando el afecto se vincula con un proceso instintivo vedado, su destino hállase decidido de antemano: el solo hecho de estar así asociado basta para inducir al yo a adoptar una postura defensiva contra él.»

Freud, Anna (s.f.). El yo y los mecanismos de defensa. Buenos Aires, Argentina: Editorial Paidós. Páginas 64 - 71.

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