Teoría y Técnica

Teoría y Técnica

21 oct 2015

Diferencia entre inhibición y restricción del yo

«(...) la divergencia entre inhibición y restricción del yo estriba en que el proceso defensivo de la inhibición se orienta contra los propios procesos internos y el de la restricción del yo contra los estímulos del mundo externo.

Esta fundamental distinción entre ambos procesos anímicos permítenos inferir ciertas diferencias entre los mismos. En la base de toda actividad neuróticamente inhibida subyace un deseo instintivo. El empeño con que cada impulso aislado del ello busca procurarse el objeto de satisfacción, convierte el proceso de inhibición simple en síntoma neurótico fijado, con lo cual el deseo del ello y la defensa establecida por el yo entran en conflicto permanente. En este combate el individuo agota sus energías, y mientras el ello queda (...) ligado al deseo de ejecutar diversos actos (...), el yo, simultáneamente, y con idéntica persistencia, trata de impedir o por lo menos menoscabar la ejecución de esos deseos.

En el caso de restricción del yo a causa de la angustia objetiva y del displacer, falta esa relación con la actividad abandonada. La actividad misma no ocupa el primer plano sino en virtud del placer o displacer suscitado por ella. En su búsqueda del placer y en sus esfuerzos por evitar el displacer, el yo utiliza libremente todos los recursos a su disposición. Interrumpe o abandona las actividades que conducen a la liberación del displacer o de la angustia y desiste del deseo de realizarlo. Retira su interés de sectores enteros de actividad para, luego de experiencias desagradables, reorientarlo en lo posible en direcciones completamente opustas (sic). Así, de un jugador de fútbol tenemos un escritor, de una bailarina decepcionada, una excelente alumna. Naturalmente, el yo no crea nuevas capacidades; usa las que ya posee.

La restricción del yo como método para evitar el displacer, así como las diversas formas de negación, no pertenecen a la psicología de las neurosis sino al proceso normal del desarrollo del yo. En el yo joven y plástico, la sustracción de actividad de un lado, ocasionalmente compénsase con un sobrerrendimiento concentrado en otra esfera; mas cuando el yo se ha vuelto rígido o intolerante para el displacer y se halla compulsivamente fijado a la técnica de la huída, a tal limitación en la actividad se seguirán, como réplica, funestas consecuencias para el desarrollo del yo. A causa del abandono de una posición tras otra, el yo tórnase unilateral, pierde con exceso interés y se empobrece en sus capacidades.»

Freud, Anna (s.f.). El yo y los mecanismos de defensa. Buenos Aires, Argentina: Editorial Paidós. Páginas 114, 115.

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